Obama anuncia proyecto por el clima

El martes, 25 de junio, 2013, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció un proyecto ejecutivo ambicioso para combatir la expansión de las emisiones carbónicas y reducir el riesgo del cambio climático global. En enero, Obama había dado aviso al Congreso de que si no pudieran lograr un proyecto legislativo a base de fuerzas del mercado, él lo haría con los poderes del ejecutivo y a base de una orden del Tribunal Supremo.

El complejo de soluciones que anunció el president incluye: regulaciones estrictas de las emisiones de las plantas eléctricas a base del carbón, regulaciones sobre las emisiones carbónicas en general, un nuevo criterio para aprobar el gasoducto propuesto Keystone XL—que no provoque ni una subida en emisiones globales ni afecte el clima—y un requerimiento de que cada entidad que reciba fondos federales calcule el daño de una subida del nivel del mar.

La noticia llegó en un momento importante: en medio de negociaciones históricas para aprobar una reforma comprensiva en la política migratoria, Obama una vez más sugirió que el Congreso podría trabajar para crear una solución no partidista.

El mismo día, 400 ciudadanos voluntarios, trabajando por el Citizens Climate Lobby—una organización no partidista y sin fines de lucro—fueron a Capitol Hill para promover una solución no regulativa. El lobby voluntario no tiene afiliación con la Casa Blanca, y ofrece al Congreso, sobretodo al partido Republicano, la oportunidad de volver a ser líderes en la política medioambiental y energética.

Su plan, un pago carbónico con dividendo a cada hogar del país, impone un pago por emisiones sobre todo combustible emisor de dióxido de carbono, devuelve cien por ciento de los ingresos al hogar, en un cheque mensual, y sube el pago y el dividendo $10 al año hasta que la transición se haya efectuado del todo.

Por ahora, será la política de Obama, efectuado al nivel ejecutivo, que decidirá el futuro de la relación climático-energético de Estados Unidos. Junto con el estándar de emisiones para los automóviles (CAFE), la administración está señalando una decisión clara de actuar contra las emisiones carbónicas.

Será para el Congreso de Estados Unidos decidir si habrá otro camino más abierto y basado en la actividad al nivel de comunidad y familia.

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